lunes, 6 de abril de 2015

EL MERCADO DE LOS DISCOS - TODO LO DESTRUYE

Este post se hizo escuchando la maravillosa Taming The Tiger, una de esas "canciones manantiales" que sólo Joni podía encontrar. ("The moon shed light On my hopeless plight, as the radio blared so bland. Every disc, a poker chip. Every song just a one night stand. Formula music, girly guile, Genuine junk food for juveniles.Up and down the dial Mercenary style")

https://www.youtube.com/watch?v=1g8RZw6rpeE


Ya sabemos, como dijera Gerald Cohen mejor que nadie, que el mercado funciona en base a la codicia y el miedo, y que no hay forma de entregar alguna actividad humana al mercado sin que sus reglas rijan el ethos de dicha actividad.

Lo mismo pasa con la música. En algún fatídico momento la música se entregó al mercado. Y así nos va. 

En las últimas décadas, los discos responden indiscutiblemente a la codicia (fama, dinero, poder) y el miedo (a desvanecerse). La música responde a ellos.

"Tenés que sacar otro disco". Aunque sea uno en vivo, aunque sea uno de covers, aunque sea una recopilación, aunque sea uno con toda la merda que descartaste en discos anteriores, aunque las canciones sean una caricatura patética de las que hiciste alguna vez, aunque ya hayas dicho todo lo que tenías realmente para decir (y lo sepas)...."Seguir sacando discos", uno cada 2, 3 años en el peor de los casos (con gira en el medio, claro).

El solo hecho de que la "unidad de producción" del mercado actual sea "el disco" es insoportable. En términos generales, después de los 35, quienes vienen haciendo música desde la adolescencia sólo podrían hacer una canción más o menos valiosa (original, conmovedora, enriquecedora) muy ocasionalmente, una canción grossa cada 2, 3 años, digamos...sería ya impresionante. Y la creatividad disminuye aceleradamente con el paso del tiempo, claro (imaginalo al beto Beethoven en la actualidad, viviendo hasta los 70 y con la presión del mercado "dale, hace otra sinfo loco").

La cosa con los discos no trae problemas entre los 20 y los 30 (ni siquiera te das cuenta y los discos salen solos). Se pone un poco cuesta arriba entre los 30 y los 40 (ya sabés que la mayoría de las canciones se parecen a otras que hiciste, y las que no, son generalmente malas, prescindibles). Se vuelve puro truco y disimulo entre los 40 y los 50 (una o dos buenas canciones por disco, y el resto un rejunte de copias, trucos, yeites, y distracciones)...y después de eso...es el desbarrancar sin cesar...el punto máximo es cuando hacés las versiones con orquestas, o el enésimo disco en vivo cantando todo 2 tonos más bajo, o recordando los 20 años de aquel disco genial, etc....Y TODO POR LA CODICIA Y EL MIEDO.

Es cierto que el pobre beto la pasó mal económicamente (igual que Vincent y tantos otros)... y que previsiblemente en el mundo del mercado eso no habría pasado (al contrario, previsiblemente serían tán millonarios como Bono, Bowie, Vilma Palma...). Pero yo esty hablando de música, no de prosperidad.

Entonces, unos tips para que no pierdas tiempo: 
a.- A no gastar tiempo escuchando discos nuevos de alguien mayo de 40 salvo que hayan pasado más de 4 años desde su disco anterior -si es mayor de 50, llevá el intervalo a 8 años. 
b.- A no lamentar cuando una banda se separa luego de que sus miembros pasaron los 40. Al contrario, lamentá si pretenden seguir, y se transforman en...U2.

Y tal vez...quien sabe, la tecnología digital nos permita terminar con la pesada carga de producir discos regularmente, y nuestros rockers post 40 puedan dedicarse a regalarnos una buena canción cada 5 años (y recibir la gratitud y recompensa por su arte, y por no amontonar escombros sonoros en nuestros oidos).
Si cada uno de lxs escuchadores del mundo le regalamos 10 centavos por esa canción nueva, sería suficiente para que vivan bien, dándonos una canción cada 5 años, con nuestro agradecimiento ... todos seríamos más felices y ahorraríamos toneladas de basura musical.











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