Este post también podría llamarse "despertando en la pesadilla".
Siempre me pasa lo mismo. Simepre es igual, un curso tras otro, sea un curso grado o de postgrado, en derecho o en ciencias sociales...siempre ocurre, en el algún momento.
Temprano o tarde llega ese instante...en el cual lxs estudiantes comprenden, realmente comprenden, el vértigo del laberinto de "lo legal/lo político" en las sociedades latinoamericanas.
Verifican así que el derecho no es un marco construido para la política, sino un territorio más donde se testea la extensión de lo posible (¿hasta dónde te da el poder para hacer del derecho y con el derecho lo que te plazca?) . Verifican que, como decía Böhmer, "el derecho dispone que x" no suele ser el final de la conversación, sino un comienzo.
Pero en realidad, cuando comprenden eso apenas comprenden lo que en realidad ya saben...que los poderosos dominan el derecho.
Todavía no comprenden lo más importante.
Tarde o temprano llega ese momento...en el cual comprenden, realmente comprenden...que cada uno de nosotros desarrolla hacia el derecho exactamente las mismas actitudes que nos desasosiega ver en los poderosos.
Se despiertan, así, en la pesadilla, y caen en la cuenta de que la cosa es peor de lo que sabían...comprenden que en realidad todos (también los perejiles) dominamos el derecho -hacemos con él todo lo que podemos, todo lo que nuestra imaginación y nuestra pequeña dosis de poder nos permite-, y que al hacerlo destruimos el sentido y la inteligibilidad que suponíamos y proyectábamos para el derecho.
La pesadilla es que hemos vuelto irrelevante el derecho (todo derecho, el derecho justo, el injusto, el sabio, el insensato, el eficiente, el disfuncional...todo) y ya no sabemos para qué tenemos derecho?, por qué tenemos derecho?.
No es que nuestro derecho no tiene potencia, ni que los poderosos se la han quitado...es que todos nosotros actuamos de modo tal que lo vaciamos de sentido, transformándolo en un pliegue más en el camino que recorremos...hacia la nada.
El derecho es un semáforo en rojo, en una calle oscura, tarde a la noche, en un barrio periférico de la ciudad.
Comprenden entonces, el sinsentido del derecho, así domesticado, instrumentalizado, dominado por millones de voluntades superpuestas.
Y entonces...hacen falta palabras para decir esta pesadilla, digerirla. Y casi no hay palabras para eso, salvo la de los poetas ...
Y entonces, quizás, el Indio. Quién sabe en que pensaba el Indio cuando dijo esto... tal pensaba en el derecho en américa latina:
"UN CANÍBAL DESDENTADO
ENSEÑANDO A MASTICAR
TU NEGOCIO ES MUY DIFÍCIL DE EXPLICAR,
Y FÁCIL DE ENSEÑAR
...SI DORMISTE BIEN"
https://www.youtube.com/watch?v=T0DIihS9jEc
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