sábado, 4 de octubre de 2014

LOS DOS MONSTRUOS LATINOAMERICANOS. LA DEMOCRACIA ATRAPADA

Como sabemos, los países latinoamericanos estamos, en muchos aspectos, todos cortaditos por la misma tijera ("todos surcidos por la misma costurera" diría Aterciopelados).

También lo estamos, a nivel institucional-político-social. Conformados profundamente por dos rasgos determinantes de nuestra identidad y prácticas políticas.

Se podría decir que dos monstruos (mostros) habitan nuestro jardín latinoamericano desde hace 500 años; y hemos pasado los últimos 200 -o los últimos 30 al menos- tratando de matarlos, sacarlos, o aunque sea domesticarlos...pero sin éxito. Debemos reconocerlo: Nuestros experimentos constitucionales han fracasado todavía en articular las herramientas que nos permitan liberar el jardín.

Los 2 MOSTROS de los leviatanes latinoamericanos son la EXCLUSIÓN (social, política, cultural) y la ARBITRARIEDAD (el abuso, el privilegio, el atropello impunes).

Son muy diferentes, igualmente poderosos, saben como retroalimentarse...y lo que es aún peor muchas veces uno se fortalece y se desata cuando sujetamos al otro. Es Horrible, mire.

La deuda de legitimidad latinoamericana
La vergüenza política latinoamericana... no tiene una sola marca, sino dos.

En la colonia; en los estados nacionales conservadores; en los estados populista, en los estados totalitarios; y hoy...los monstruos siguen devorando el jardín... acechando el largo y turbulento amanecer democrático.

Cinco siglos igual es un laberinto con dos minotauros.

No es que no nos hemos esforzado por escapar, lo hemos hecho. Pero todo ha resultado tán agotador como infructuoso. Sin darnos cuentas, huimos de uno corriendo directamente hacia el otro; hasta que lo vemos, nos horrorizamos y comenzamos a huir de éste, pero -otra vez- en dirección del primero...y así sucesivamente, rebotín-rebotán en un pin-pon extenuante e improductivo.

Un error recurrente en las caracterizaciones sobre nuestros países consiste en la tendencia a aislar a UNO sólo de los mostros -aquél del que estamos mas cerca en ese momento- y depositar demasiada expectativa interpretativa y esperanza política en derrotarlo (tengo en mente Un País al Margen de la Ley, tan enfocado en la arbitrariedad).

Curiosamente (o no) las izquierdas y derechas políticas de la región también suelen identificar -cada una- a uno de los dos monstruos -pero sólo a uno- y asociarlo con la otra facción... (la I denuncia a la D por excluyente, y la D denuncia a la I por arbitraria). Pero los monstruos son dos,y no son patrimonio exclusivo de ninguna facción, sino un rasgo más profundo de nuestra identidad.

La esperanza, claro, debe estar en la democracia (sólo puede estar allí). Ese fue el camino de exploración que comenzamos a recorrer a partir de los 80'/90'...pero por ahora las bestias siguen pastando en el jardín.

La razón, creo, es que todavía hemos estado desplegando un par de ideas malísimas sobre la democracia, importadas y adaptadas de otros contextos (La France y USA); particularmente mal equipadas si tenemos que enfrentar a estos dos 2 monstruos, y no uno. Hemos acudido a ideales democráticos que se armaron (filosófica y políticamente) para lidiar cada una con uno solo de estos monstruos, y no funcionan para nuestro particular desafío.

La democracia populista-mayoritarianista-participativa es un gran remedio para la exclusión pero deja desatada la arbitrariedad (y el mostro se adueña del jardín)

La democracia elitista-tecnocrática-pluralista es un gran remedio para la arbitrariedad pero deja desatada la exclusión (y el mostro se adueña del jardín)

Dicho de otro modo:

Para superar la arbitrariedad...acudimos a la democracia elitista-tecnocrática-pluralista que lleva indefectiblemente a la exclusión y alienación ciudadana de las cuestiones públicas (aquí y en todos lados)...y entonces...

Para superar la exclusión...acudimos a la democracia populista-mayoritarista-participativa que lleva indefectiblemente a la arbitrariedad del abuso faccioso (aquí y en todos lados)....y entonces...


Necesitamos OTRA VISIÓN de la democracia. Una que permita atacar -domesticar o alejar- a los dos males a la vez. Una democracia que incluya a todos y opere sin arbitrariedad.

Todavía debemos diseñar una democracia para incluir y razonar públicamente con sensatez.

Todavía debemos inventar Una Democracia (1) con todos adentro del juego, (2) donde ganen las razones de la mayoría.

Esa es la única esperanza...

Y ya sabés, ahí esta ella...la única...el remedio que podría salvar el jardín latinoamericano...
La Democracia Deliberativa, claro.
La democracia de la inclusión, la discusión y la razón.
Una democracia deliberativa es la única esperanza...para la liberación (del jardín de los presentes).

Pero no lo vemos, no?, seguimos sin verlo. Corriendo locamente, bailando el pasito de los monstruos.

PD: No podés perderte este imperdible hit del folklore mediterraneo...
https://www.youtube.com/watch?v=8ntPSh09pUk


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