lunes, 20 de octubre de 2014

DECODIFICANDO EL CÓDIGO III: UN CÓDIGO DE LOCOS

No, che.
No me refiero a quienes lo elaboraron ("un código hecho por locos"), ni a los que lo sancionaron ("un código aprobado por locos"), ni a los que estamos sujetos a sus reglas ("un código para una comunidad de locos")

Me refiero a los grandes ganadores del nuevo código. A los grandes beneficiados por él. A los únicos a quienes el nuevo código les podría (realmente) cambiar la vida.
Me refiero a LOS LOCOS.



Una forma interesante de comprender el sentido y potencialidad de una obra tán ambiciosa como la sanción e implementación de un código de derecho privado consiste comparar cómo sería el mundo luego de su efectiva realización con el mundo del status quo (en países anómicos, eso también marca el tamaño de la dificultad que acechará a su implementación, claro).

En relación con el status quo, podemos distinguir analíticamente tres clases de códigos:

A.- Codigos de Conservación (cristalizan con letra de hierro el status quo)
B.- Códigos de Consolidación (terminan de definir, cerrar y asentar procesos de evolución/tensión paradigmáticos, en alguno de los sentidos abiertos)
C.- Códigos de Transformación (establecen una aspiración de cambio paradigmático, de concreción incierta)


El nuevo código es en gran medida un "CÓDIGO DE CONSOLIDACIÓN". En términos generales, dicho sea de paso, consolida para el lado progresista, protector, igualitario.

Acaso esa ubicación en el paradigma de la consolidación sea su principal virtud cultural/política/social (más allá de que nos guste o no el punto en el que cierra, define y asienta la evolución de los paradigmas en disputa).
En términos generales, el Nuevo Código "no se sale de su sombra". No tiene saltos al vacío. No tiene apuestas de transformación social/cultural/política.
La realización del Nuevo Código NO transformará nuestras vidas de manera significativa.
Tal vez ese haya sido uno de los secretos de su viabilidad. 

Peeeeero hay un aspecto en el que el Nuevo Código es, indudablemente, un proyecto expreso de transformación (y lo celebro también como una virtud cultural/política/social).

SÓLO EN UN ASPECTO encuentro esto con claridad.
SÓLO PARA UN GRUPO MUY PARTICULAR DE NOSOTROS.
SÓLO PARA UN GRUPO OLVIDADO, EXCLUIDO, PERSEGUIDO, ALIENADO (tanto que no son un "nosotros", sino un "ellos", o peor aún, un "eso").
LOS LOCOS.

La efectiva realización del Nuevo Código debería transformar radicalmente la vida de LAS PERSONAS CON ALTERACIONES MENTALES.


La realización del Nuevo Código Civil nos dejaría en:
*Un país sin incapacidad absoluta (con restricciones para actos determinados, salvo el caso extremo de la persona en estado vegetativo o similares)
* Un país sin estereotipos peligrosistas (con mecanismos de protección específicos y adecuados a la condición de la persona)
* Un país sin curatelas (con apoyos para promover la autonomía)
* Un país sin internaciones forzosas extrajudiciales (con revisión judicial inmediata)
* Un país sin medicalización de la salud mental (con equipos interdisciplinarios obligatorios)
* Un país sin alienación procesal de los enfermos (con derecho a ser oídos y participar del proceso)

Un país donde siempre deba elegirse la alternativa terapéutica menos restrictiva de los derechos y libertades (el Art. 31 del Nuevo Código es en sí mismo un ambicioso programa de transformación cultural).

El tamaño de la brecha entre el status quo actual y la realización de la aspiración del Nuevo Código es brutal.
En un país anómico eso implica que el cambio cultural es incierto, difícil, incluso improbable. Este aspecto del Código requiere un esfuerzo y una energías institucionales completamente diferentes al resto. 
¿Estaremos a la altura de la transformación soñada y legislada? Ojalá.


PD: El lunático está pisando el césped!!!! (enciérrenlo YA!!)
No te pierdas esta joya 
https://www.youtube.com/watch?v=KyV1FwjuT6A

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