Todas las instituciones cuya función consiste en TOMAR DECISIONES PÚBLICAS se juegan su legitimidad (y con ella, la del sistema institucional en general) en cada decisión relevante que adoptan.
La Corte Suprema no es la excepción, más bien, es el caso más claro.
El caso "clarín" es un episodio previsiblemente crucial en este camino arduo de dar sentido a nuestras prácticas institucionales. Así que, discutamos un poco sobre lo que puede pasar, lo que debería pasar, etc.
Veamos...
Si la Corte quisiera -como creo que quiere- asentar dicha legitimidad "también" en cierto tacto estratégico relativo a cuándo y cómo fallar (y sobre todo, NO fallar, como escribiera hace algún tiempo) no se podría descartar que dicho caso quedara en el freezer, ante una falta de presión pública del gobierno -o incluso un acuerdo secreto con el gobierno- de no mover las aguas hasta el año próximo, o por tiempo indefinido (no son pocos los casos en la política argentina en los que los jugadores quedan en empates inestables e irresueltos por años, es más, ese suele ser el estado normal de nuestra política).
El silencio de radio -y televisión- del Gobierno en relación con la presión -casi insufrible- que acostumbraron a poner a la Corte en meses pasados para que apurara el juicio podría explicarse por el foco electoral de las primarias o las legislativas de octubre, pero también por cálculos de costos/ganancias de llevar a hechos institucionales sin vuelta atrás la implementación de la desinversión en Clarín, cuando la popularidad del gobierno no pasa por su mejor momento.
Así las cosas, pareciera que la Corte tendría dos opciones básicas que balancear: (1) Fallar rápido, para ser consistente con lo que dijo que haría, y pidió a otros que hagan (2) Demorar el fallo, para evitar los costos de una decisión que sólo puede ser polémica.
Si la Corte fuera a fallar sustantivamente a favor de Clarín (es decir, le permite seguir con sus licencias, o le da un plazo más largo de desinversión, tal que pueda negociar tranquilo una derogación de la ley en los próximos 2 años y medio), entonces le debería dar lo mismo fallar ahora que demorar el fallo y su opción entre "consistencia" y "estrategia" sería lo que definirá su conducta (salvo que el gob. decidiera hacerle pagar costos de demorar, lo que no está claro que haría, como dije antes).
Pero si la Corte fuera a fallar sustantivamente a favor del Gobierno (legitimando una desinversión estructural e inmediata de Clarín) seguramente lo haría (lo debería hacer) bien pronto, pues la demora en sí de algo que la Corte entiende como imperioso e inmediato sería un daño innecesario. El problema es que un fallo a favor del gob. -por lo que dije antes- también podría minar la incipiente confianza pública sobre la independencia de la Corte.
Entonces....
Entonces, como siempre...la legitimidad de una institución que toma decisiones públicas se construye -digo yo, pomposamente, como quien dice lo obvio- por tres caminos:
(a) simbólico
(b) sustantivo
(c) procedimental.
A.- La legitimidad simbólica de la Corte es mínima (aunque sea la más alta de las últimas 3 décadas), y "justicia legítima" trabaja cada vez que puede para bajarla aún más (je).
En todo caso, no es suficiente para que se apoye en ella en los momentos críticos. Nadie cree que "la Corte es la Corte" y tiene legitimidad por ese sólo hecho. En cuanto se mande una macana le toman tribunales (Hebe la primera)
B.- La legitimidad sustantiva -esa que viene por la "calidad", la "corrección" de las decisiones- difícilmente pueda ayudar en este caso que se ha vuelto tán controversial.
Es casi imposible -aunque en el caso del corralito, finalmente se logró, así que no podemos descartarlo- que se encuentre una "decisión" que encaje tan bien que todos los competidores la reconozcan como legítimamente imparcial y sustantivamente correcta. En todo caso, lo que se juega la Corte, si apuesta sólo a la legitimidad sustantiva es casi un pleno en la ruleta.
C.- El camino mejor -como siempre en el proceso de construcción de legitimidad de las instituciones públicas bajo el paradigma de la democracia (je)- es el procedimental.
El camino que mejor le quedaría a la Corte (y a todos nosotros, que es lo que importa) para preservar legitimidad institucional (o mejor aún, fortalecerla) y encausar el conflicto y el caso hacia una decisión aceptable...está en el procedimiento.
La Corte, que seguro estudió y conoce el caso, los hechos, las cuestiones claves, con toda profundidad, mejor que en ningún otro caso, está en las mejores condiciones para hacer que (1) el propio procedimiento previo a la decisión nos muestre cuál es la mejor decisión, incluso antes de tomarla; o (2) mejor aún, nos muestre lo difícil que es el caso y la decisión, lo dilemático que es, todas las cosas consideradas, y (3) así nos permita comprender que honestamente se puede fallar para un lado u otro, o que pueden haber desacuerdos sobre la decisión sustantivamente correcta, como probablemente haya entre lxs propixs juecxs de la Corte (aunque en ambos lados se esté seguro de que "x" es la decisión correcta); y con ello, maximizar la comprensión y aceptabilidad social de la decisión final, cualquiera sea.
La Corte podría, y yo me animo a decir que es lo mejor que podría hacer, usar lo mejor de sus inventos de la última década: (A) convocar a las partes del juicio a una audiencia pública, en la que bien podría ocuparse de mostrar los puntos fuertes y débiles de cada posición, obligar a los representantes del estado y clarín a dar sus mejores argumentos y ponerlos en aprietos frente a los peores. (2) convocar a toda la comunidad -ciudadanos, empresarios, intelectuales, académicos, trabajadores de prensa, ongs, etc.- a discutir cómo deberíamos entender la constitución en este caso, y cómo deberíamos entender la ley, y el proceder del estado a la luz de la constitución, en este caso; abriendo la causa formalmente a la presentación de "amicus curiae".
Si no es ahora, cuándo! (hace unos pocos meses reformuló el reglamento para amicus curiae, tomó audiencias..ahora es el momento de que estas herramientas pueden ayudarle procedimentalmente, no sólo simbólicamente a construir aceptabilidad y comprensión para sus fallos difíciles)
La Corte podría hacer las dos cosas, sin ningún problema, en las próximas 4 semanas, y fallar antes de la primavera, incluyendo en el fallo (cuya sustancia lxs juecxs ya deben haber preparado) su análisis de estos aportes.
Habrá que ver....qué momentooooo
Primó la razón...
ResponderBorrarhttp://cij.gov.ar/adj/pdfs/ADJ-0.362875001376497288.pdf
Felicitaciones al autor por la predicción/deseo. Ahora falta que nos diga cómo va a salir el fallo, je.
Jejeje. Despues de la audiencia le hago mi vaticinio (si es exitosa, deberia verse mejor el asunto despues de la discusion)
BorrarHola Gustavo, mi nombre es Cecilia Manfredi, de radio Sur. Queríamos hacerte una telefónica el sábado, en el programa Quemar Las Naves. Podrá ser?
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