lunes, 19 de enero de 2015

CINCO VERSIONES DE UNA MUERTE

Demasiada muerte en Enero. Demasiado dolor. Demasiado sinsentido. Demasiado acero hundiendo la carne.
Demasiado silencio luego de las muertes. Demasiada histeria luego de las muertes.
En el centro de este vacío, sólo una vida que se extingue.
En la periferia, una comunidad que no acierta a hacer sentido de sus muertes. Una comunidad que muere mil veces ante cada muerte sin sentido.
Sos charlie?
Sos nisman?

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(1)
Así debía ser, siempre lo supo. Acaso cada paso no hizo más que traerlo hasta aquí, hasta la noche de su muerte. Estuvo tán cerca, un día más era todo lo que necesitaba para seguir viviendo. Sólo un día más sin morir, y tal vez habría vivido hasta ser un abuelo en paz.
Llegado el momento, los ojos de sus matadores le dieron una calma inesperada. Sería rápido y mecánico. Sin agonías, sin resistencias, guardó su energía final para pensar en ella, sonriendo, acariciando su mejilla por última vez, y nada más.


(2)
No era un temor a la muerte. Era más bien un temor a la conciencia de la muerte inminente, de una muerte que no dominara y que no lo fulminara como un rayo. Lo aterrorizaban esos minutos finales en manos de otro. La extrema vulnerabilidad de la sujeción total. Temía que la esperanza no lo abandonara a tiempo, temía a la insensatez de su propia pulsión vital, en aquél momento en que ya no fuera necesaria, sino contraproducente.
Fue un alivio ver el video. Verlas paseando y sonriendo, ajenas a los cuatro asesinos que caminaban junto a ellas. Supo entonces que era preciso morir. Su vida, su muerte, era un billete de lotería, por la vida de ellas. Muere uno y tal vez vivan tres. Los números siguen definiéndolo todo. O acaso es el amor.  Hagámoslo rápido, se dijo. El más bajo le alcanzó su propia arma, como si leyera su mente. 

(3)
Es fácil, me suicidaré de una forma que técnicamente se explique como un suicidio. Que no permita identificar ningún rasgo de intervención de asesinos. Será tán perfectamente pulcra que sólo podrá pensarse que respondió a un guión prestidigitado. Lo haré en el silencio total. Lo ejecutaré en la hora más sorpresiva. Mi muerte será poética, bíblica. Será una muerte tán perfectamente misteriosa que será todas la muertes posibles. Haré eso. Esta noche.

(4)
En realidad es algo muy difícil morirse. Es mucho más fácil matar, por ejemplo. Y es mucho más fácil aún que te mueran. En mi caso, lo ideal sería seguir viviendo. Pero no.

(5)
Aceleración, reacción en cadena hacia una sorda devastación, total. Mirando hacia atrás todo es lineal, aburridamente simple. El ajedrez se venía jugando en silencio, el tablero balanceado. El problema, como siempre fue el reloj, los minutos se hacen más cortos cerca del final, y las reacciones aceleran el tiempo. La prensa no tuvo la menor idea sobre los motivos para descabezar la Agencia de Inteligencia. Pero él los comprendiò perfectamente. Entonces la denuncia lo antes posible, incluso en enero. Entonces la campaña. Entonces el Congreso. Entonces cada hora contenía todo el tiempo del mundo. 
Entonces todo o nada. Una vez más todo o nada. Y siempre es nada, y volver a empezar. Esta vez le tocaría a él ser el final y el comienzo. Su final, sería el comienzo de otra fase. En el baño de su propia casa comenzaría una nueva fase. Con un revolver en la cabeza, o donde sea, comenzaría. Ni siquiera sintió pena, tampoco asco. Un país que escribe su historia en un baño, a punta de pistola no le merecía ninguna emoción. Ni siquiera el desdén. Fueron varios años, transcurrieron lentos, desafiantes e inciertos, hasta la súbita aceleración que terminó con una bala en su cabeza.

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